Errores comunes en el envase cosmético (y cómo solucionarlos)
Muchas marcas cosméticas se centran en desarrollar fórmulas eficaces, invertir en publicidad o mejorar su distribución. Pero cometen un error que cuesta ventas: subestimar el impacto del envase.
El packaging es el primer contacto físico y visual entre la marca y el consumidor. Antes de probar la textura o percibir el aroma, el cliente ya ha formado una opinión a partir del diseño, el material y los acabados del envase. En un mercado saturado de opciones, un envase bien planteado puede ser el factor decisivo que incline la balanza hacia la compra o el abandono del carrito.
Un envase mal concebido, en cambio, no solo perjudica la percepción del producto: puede romper la coherencia de la identidad de marca, generar desconfianza o incluso dificultar la experiencia de uso. Y cuando eso ocurre, ni la mejor campaña publicitaria compensa la mala impresión inicial.
Intentar parecer premium sin serlo
Añadir detalles dorados, brillos o adornos no hace que un producto se perciba como de alta gama. Si el diseño no está bien ejecutado o el material no acompaña, el resultado puede parecer todo lo contrario: una imitación barata.
Copiar a las grandes marcas
Inspirarse es válido. Copiar, no. Muchas marcas pequeñas replican lo que hacen los gigantes del sector esperando tener el mismo éxito. Pero sin contexto, historia ni autenticidad, el diseño pierde fuerza.
Diseñar solo para el lineal físico
Aunque sigas vendiendo en tiendas físicas, el canal online es ineludible. Muchos diseños siguen pensados solo para destacar en una estantería y se olvidan de cómo se ven en pantalla.
Ignorar los valores del consumidor actual
Hoy el consumidor busca algo más que un cosmético eficaz: quiere marcas alineadas con sus valores. Si el envase transmite artificialidad, exceso o uso indiscriminado de plástico, el rechazo será automático.
No pensar en la logística ni en la experiencia de uso
Un envase bonito pero poco práctico puede costarte caro. Si es frágil, difícil de abrir o de almacenar, se convierte en un obstáculo.
El packaging no es un complemento: es tu mensaje de marca
El envase es lo primero que ve el cliente. Es tu carta de presentación, tu primer punto de contacto y, muchas veces, el responsable de la primera impresión.
En Bull Estética te ayudamos a encontrar el envase que encaje con tu identidad, tu estrategia y tu público. Desde la selección hasta la importación, te acompañamos en todo el proceso para que tu marca hable con claridad desde el primer vistazo.
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